En las últimas reuniones de los tutores con las familias salio el tema en algunos grupos: un buen número de alumnos y alumnas vienen al instituto con sueño y sin haber descansado lo suficiente. Lo comentaban algunos tutores que, tras analizar las contestaciones que ellos mismos daban en los Registros de Tutoría a la pregunta "A qué hora te acuestas un día normal".
Muchos chicos decían que casi nunca antes de las 11, otros que a las 12, un grupo considerable respondía que "más tarde de las 12"... Lo peor de todo es que, otros muchos se iban a su cuarto a una hora razonable ¿a dormir?... ¡No, a conectarse con los amigos a través de las redes sociales hasta... las tantas! Tuve ocasión de hablar personalmente de este asunto con un grupo de padres de alumnos de 3º de ESO y ellos mismos confesaban que casi la mitad de los chicos se acuestan más tarde de las doce.
Por la mañana, claro está, vienen al instituto con sueño y cansados. si a ello le sumamos que un pequeño grupo acude también sin desayunar, estaremos de acuerdo en que resulta difícil rendir después en las clases. El tema es recurrente todos los años y de él se ocupan también los medios de comunicación y las asociaciones médicas. Vean la noticia que publicaba estos días Diario de Jerez:
"El 75% de los adolescentes españoles reconoce que necesita dormir más todos los días, según un estudio publicado en la revista electrónica Famiped recogido por la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap).
De hecho, diversos estudios realizados en el medio escolar han mostrado que un 10% de los alumnos presentaba somnolencia durante el día y que casi el 20% se encontraba cansado en horario escolar. La causa más frecuente de esta somnolencia es el sueño insuficiente en cantidad, es decir, que el niño duerme pocas horas porque se acuesta tarde o porque se despierta demasiado temprano. Aquí se incluye el insomnio de inicio o la ausencia de un hábito correcto de sueño, con múltiples despertares.
Por ello, y para combatir este problema, los expertos han recomendado instaurar una adecuada 'higiene del sueño', que consiste en hacer partícipe al niño, desde los primeros meses de su vida, de unas rutinas razonables en los horarios y actuaciones en la cena y al irse a la cama. En el caso de los adolescentes, la somnolencia suele estar motivada, además de por lo anterior, por el llamado 'retraso de fase' en el que, a una base fisiológica de inicio del sueño a una hora más tardía se añade una tendencia en la sociedad a mostrar a los chicos una visión atractiva de la noche.
Por otra parte, el uso del móvil, Internet o televisión durante las horas inmediatas a aquellas en las que el adolescente se acuesta, así como el exceso en el consumo de bebidas con cafeína, conducen también a un "círculo vicioso" de insomnio nocturno y somnolencia diurna".
Está claro que algo tendremos que hacer entre todos para que los chicos descansen el tiempo necesario y se acuesten a una hora razonable que les permita descansar al menos 8 horas. Sólo si lo hacen podrán rendir adecuadamente en sus estudios. ¡Vamos a intentarlo!
Muchos chicos decían que casi nunca antes de las 11, otros que a las 12, un grupo considerable respondía que "más tarde de las 12"... Lo peor de todo es que, otros muchos se iban a su cuarto a una hora razonable ¿a dormir?... ¡No, a conectarse con los amigos a través de las redes sociales hasta... las tantas! Tuve ocasión de hablar personalmente de este asunto con un grupo de padres de alumnos de 3º de ESO y ellos mismos confesaban que casi la mitad de los chicos se acuestan más tarde de las doce.
Por la mañana, claro está, vienen al instituto con sueño y cansados. si a ello le sumamos que un pequeño grupo acude también sin desayunar, estaremos de acuerdo en que resulta difícil rendir después en las clases. El tema es recurrente todos los años y de él se ocupan también los medios de comunicación y las asociaciones médicas. Vean la noticia que publicaba estos días Diario de Jerez:
"El 75% de los adolescentes españoles reconoce que necesita dormir más todos los días, según un estudio publicado en la revista electrónica Famiped recogido por la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap).
De hecho, diversos estudios realizados en el medio escolar han mostrado que un 10% de los alumnos presentaba somnolencia durante el día y que casi el 20% se encontraba cansado en horario escolar. La causa más frecuente de esta somnolencia es el sueño insuficiente en cantidad, es decir, que el niño duerme pocas horas porque se acuesta tarde o porque se despierta demasiado temprano. Aquí se incluye el insomnio de inicio o la ausencia de un hábito correcto de sueño, con múltiples despertares.
Por ello, y para combatir este problema, los expertos han recomendado instaurar una adecuada 'higiene del sueño', que consiste en hacer partícipe al niño, desde los primeros meses de su vida, de unas rutinas razonables en los horarios y actuaciones en la cena y al irse a la cama. En el caso de los adolescentes, la somnolencia suele estar motivada, además de por lo anterior, por el llamado 'retraso de fase' en el que, a una base fisiológica de inicio del sueño a una hora más tardía se añade una tendencia en la sociedad a mostrar a los chicos una visión atractiva de la noche.
Por otra parte, el uso del móvil, Internet o televisión durante las horas inmediatas a aquellas en las que el adolescente se acuesta, así como el exceso en el consumo de bebidas con cafeína, conducen también a un "círculo vicioso" de insomnio nocturno y somnolencia diurna".
Está claro que algo tendremos que hacer entre todos para que los chicos descansen el tiempo necesario y se acuesten a una hora razonable que les permita descansar al menos 8 horas. Sólo si lo hacen podrán rendir adecuadamente en sus estudios. ¡Vamos a intentarlo!
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