¿Cómo sería un día sin los derechos de la infancia? Un
día sin derechos podría ser así: no desayunarías, no irías a clase, no tendrías
cita con el dentista, te pasarías el día en la calle y tus padres no te
obligarían a irte a dormir a tu hora. ¿Un día fantástico? Bueno… pero la
pregunta tiene trampa: la clave es que los derechos de la infancia no son para
una única persona, sino para todos los menores de edad. Así que la situación se
parecería más a esta:
-Nadie desayunaría (ni comería, ni cenaría).
-Nadie iría a clase ni recibiría ningún tipo de
educación.
-Nadie podría ir al médico, aunque estuviera muy
grave.
-Nadie tendría un hogar y todos los niños, niñas y
adolescentes tendrían que buscarse la vida en la calle.
-Los
adultos no se preocuparían de lo que es mejor para los niños y adolescentes, ni
se esforzarían porque hicieran lo que más les conviene. Tampoco escucharían sus
opiniones.
¿A que esta situación no es tan fantástica? Además,
cuando los derechos no se cumplen, no suele ser sólo durante un día. Los niños
y niñas que ven cómo sus derechos se vulneran no tienen la esperanza de pensar
que al día siguiente todo será distinto. En demasiados casos, los niños
llegan a adultos sin haber disfrutado de sus derechos. A veces, incluso pierden
la oportunidad de llegar a la vida adulta, porque las violaciones sistemáticas
de derechos como la nutrición, la salud, la educación o la protección hacen más
vulnerables a niños y niñas a peligros que pueden costales la vida.
Derechos, por
principio
Los derechos de la infancia se basan en cuatro
principios fundamentales:
-La no discriminación: todos los niños tienen los
mismos derechos. Esto significa: todos los niños y todas las niñas, en
todo caso, en todo momento y sin excepciones. No importa su raza, su religión,
su procedencia o las ideas de sus padres. Ningún niño debe recibir un trato
injusto bajo ningún concepto.
-El interés superior del niño:cualquier decisión, ley,
o política que pueda afectar a la infancia tiene que tener en cuenta qué es lo
mejor para los niños y niñas. Cuando los adultos tomen decisiones tienen que
pensar en cómo pueden afectar a los niños.
-El derecho a la vida, la supervivencia yel desarrollo:
todos los niños y niñas tienen derecho a vivir, a desarrollarse y a alcanzar su
máximo potencial en la vida. Esto incluye tener derecho a cosas como una
alimentación y alojamientos adecuados, al agua potable, a la educación, a la atención
sanitaria, al juego y el descanso, a actividades culturales y a información
sobre sus derechos.
-La participación: los menores de edad tienen derecho
a ser consultados sobre las situaciones que les afecten y a que sus opiniones
sean tomadas en cuenta. Esto no significa que los niños puedan mandar sobre sus
padres ni decirles qué tienen que hacer. La participación debe ir aumentando
conforme a la edad y es importante para que los niños y jóvenes alcancen la
madurez.
¿Realmente podrían
desaparecer los derechos?
En realidad el ejemplo que hemos visto parte de una
idea errónea: los derechos de la infancia no pueden “desaparecer”, porque
son irrenunciables: son derechos humanos inherentes a la persona con el que
nacen todos los niños y que existen hasta la mayoría de edad. Pero las
situaciones descritas sí pueden producirse (de hecho se producen todos los
días). Que todos los menores de edad tengan derechos no significa que
todos sus derechos se respeten y se cumplan:
- En todo el mundo millones de niños y niñas ven amenazadas
sus vidas por la pobreza la malnutrición, la falta de agua potable o los
abusos.
-Demasiados son obligados a trabajar en condiciones
peligrosas para su salud y para su desarrollo.
-Muchos no tienen acceso a la educación, al juego o al
descanso.
-Las opiniones de muchos niños y niñas no son tenidas
en cuenta y ni siquiera tienen acceso a la información necesaria para formarse
un criterio.
-Muchos niños y niñas son explotados y carecen de un
entorno protector (familia, comunidad o instituciones) que les cuiden y vigilen
que no les pase nada malo.
-… Y demasiadas cosas mas
La Convención sobre
Derechos del Niño
La Convención nació en 1989 para proclamar que todos
los niños y niñas tienen unos derechos inalienables , universales e
indivisibles y que los gobiernos tienen el deber de aplicar las políticas
necesarias para garantizarlos y supervisar que se cumplen. Estos derechos son
los Derechos de la Infancia, y aunque ya hemos visto que siempre han existido,
esta fue la primera vez en la historia que se reconocieron y el mundo se
comprometió en su cumplimiento.
Los países que ratifican la Convención están obligados
a poner los medios para que los derechos de la infancia se cumplan en su
territorio (elaborando leyes, creando instituciones de protección de los
menores o promoviendo políticas de infancia, por ejemplo). El Comité para los
Derechos del Niño vigila si los países cumplen con sus compromisos y hace
recomendaciones para que cambien sus leyes y políticas.
Desgraciadamente la existencia de la Convención
no es suficiente para garantizar el cumplimiento de los derechos: sin un
verdadero compromiso de los gobiernos muchos niños corren el peligro de quedar
desprotegidos frente a los abusos, la negligencia o el desinterés de los adultos.
Además, todas las personas (adultos y jóvenes) necesitan conocer el
alcance real de los derechos de la infancia para poder defenderlos. Por eso,
darlos a conocer y difundirlos es tan importante. ¿Se te ocurren formas de
hacerlo?
Actividad tomada de: http://www.enredate.org/cas/temas/todos_los_derechos_para_todos
-DESCÁRGATE LA CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO (15-18 Años)
Actividad tomada de: http://www.enredate.org/cas/temas/todos_los_derechos_para_todos
-DESCÁRGATE LA CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO (15-18 Años)
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