Un reciente estudio, del que daba cuenta Diario de Jerez, alerta sobre los riesgos del 'sexting', fenómeno que consiste en la difusión en internet de de imágenes personales de tipo sexual. La educación en el uso de las tecnologías es la principal forma de combatirlo.
Un 4% de los adolescentes españoles reconocen haberse hecho a sí mismo fotos o vídeos en posturas provocativas (no necesariamente desnudos), según la Guía sobre adolescencia y sexting: qué es y cómo prevenirlo, que ha realizado el Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (Inteco) y Pantallas Amigas y que fue presentada ayer. Asimismo, la guía de prevención, que se puede descargar en la página web de Inteco , refleja que el 8,1% declara haber recibido este tipo de fotografías de menores conocidos.
El director general de Inteco, Víctor Izquierdo, alertó sobre el fenómeno sexting, que consiste en la difusión o publicación de contenidos gráficos o audiovisuales de tipo sexual, producidos por el propio remitente, utilizando para ello el teléfono móvil u otro dispositivo tecnológico. La guía publicada tiene el objetivo de informa sobre el sexting y sus riesgos y proporciona pautas para su identificación y prevención. Así, Izquierdo señaló que el sexting no es algo exclusivo de los adolescentes, aunque sí "son especialmente vulnerables al no ser conscientes de los riesgos". Además, subrayó que las tecnologías móviles están "ampliamente extendidas" entre este sector de la población. En concreto, dos de cada tres menores españoles de 10 a 16 años (64%) posee teléfono móvil, y en la franja de 15 a 16 años son un 89,2%. Igualmente, el 88,6% de estos hace fotografías desde su terminal, el 48,2% las envía a otras personas y el 20,8% las publica en internet.
El gerente del Observatorio de Seguridad de la Información de Inteco, Pablo Pérez, explicó los riesgos que conlleva el sexting y destaca que "son diversos pero muy interrelacionados". Así, destacó la pérdida de privacidad y, por lo tanto, de "control". Del mismo modo, resaltó que en ocasiones la foto puede difundirse involuntariamente, por ejemplo, a través del bluetooth. También alertó sobre los riesgos psicológicos que puede sufrir el menor que pueden generar exclusión o ansiedad, entre otros.
En esa línea, Pérez citó el ciberbullying o ciberacoso entre iguales, que supone el hostigamiento a través de insultos, vejaciones o amenazas y que se establezca un control emocional con el fin de obtener concesiones de índole sexual, o sextorsión, en caso de que exista chantaje hacia el protagonista de las fotografías. Además destacó que los menores también pueden verse afectados por el grooming, que es el nombre utilizado cuando hay un adulto implicado en el caso.
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