"Los adolescentes que fuman porros antes de los 16 toman decisiones erróneas".
"Fumar cannabis antes de los 16 años causa cambios cerebrales importantes".
"Los menores que consumen ven afectada su capacidad para tomar decisiones".
Estos son algunos de los “titulares” de una noticia que informa de los resultados de un reciente estudio sobre los efectos del consumo de “porros” en adolescentes, en el que se aportan también interesantes datos sobre su incidencia en otros procesos cerebrales:
“No es ninguna 'broma'. Los adolescentes deberían pensárselo dos veces antes de iniciarse en el consumo regular de marihuana. Los datos de un nuevo trabajo avalan que fumar 'porros' antes de los 16 años causa cambios en el cerebro, lo suficientemente serios como para afectar a ciertas capacidades cognitivas.
Se observan en los escáneres cerebrales que científicos del Hospital McLean, afiliado a la Universidad de Harvard (EEUU) han realizado a un grupo de 33 jóvenes fumadores a los que han comparado con 26 adolescentes sanos que no 'se daban' a los canutos. Al parecer, aquellos expuestos a la marihuana de forma precoz muestran una activación en ciertas regiones del cerebro que no se detectó en los no fumadores. Los cambios neuronales registrados no se 'captaron' tampoco en los jóvenes que se iniciaron en los 'porros' después de cumplir los 16 años, lo que sugiere que es la exposición temprana la que más impacto tiene en el cerebro”…
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